Mente Sana, Finanzas Sanas
El síndrome del "yo invito" no refleja una mente sana.
Cuántas veces hemos escuchado o leído artículos relacionados con libertad financiera, como ahorrar y otras tantas cosas que podrían indudablemente mejorar nuestras finanzas personales.
Pero porqué nunca terminamos por entender lo que de sobra sabemos? Son de esas cosas tan fáciles de visualizar pero tan difíciles de hacer y el comprender esto sin duda nos ayudará en nuestra nueva cultura fi nanciera.
Las reglas de este juego son sencillas, lo único que hay que tener es mucha disposición para ahorrar y por supuesto una mente sana ya que casi siempre pensamos en todas aquellas cosas que debemos tener y no en aquellas que necesitamos tener.
La primera pregunta sería: en verdad todo lo que tu mente desea lo necesitas?, El simple hecho de salir de compras sin llevar claro el objetivo y ser víctima de las ofertas, descuentos, ventas nocturnas, etc. nos puede llevar a gastar más de lo que no podemos, y aunque las promociones sean irrepetibles antes de pagar tomate un segundo en tu mente y valora
el beneficio que tendrás o el daño que esto te puede dejar.
Si ya tienes en mente que las compras que vas a realizar son para cubrir una necesidad, ahora el siguiente paso es empezar a sanar las finanzas. Primero se tiene que tener en mente el ingreso semanal, quincenal o mensual que tienes, luego cumple la meta de ahorrar un porcentaje de este ingreso pero en verdad hazlo no solo lo separes por unos días y después lo gastes por algo que viste en oferta el cual no podías dejar pasar, y después decir, “al cabo después lo recupero”. Ahorrar significa guardar.
Se dice que el amor y el dinero no se pueden esconder pero el hecho de que se tenga dinero no signifi ca gastarlo por gastarlo, comprar cosas innecesarias, comprar las nuevas versiones de celulares o equipos de cómputo, o simplemente tener el síndrome del ”yo invito”; esto en general no refleja unas finanzas saludables, si no refleja un completo descontrol acerca de las finanzas propias.
Tal vez ese millonario que todos tenemos en la cabeza frecuentemente tiene poco que ver con quien es rico o con quien simplemente es gastalón. Tienes que planificar tus gastos, trata de dejar las famosas tarjetas de crédito que lo único que hacen es alimentar las ganas de poder firmar lo que quieras en cuanto lo veas y lo que haces es hundirte más en tus finanzas.
Presupuesta tus días y las necesidades básicas que en ella tienes. Tu mente tiene que saber que tienes que gastar menos de lo que ingresas, para que así, transcurrido un tiempo, sea más sencillo ahorrar, y que ya no sea tan necesario separar de tu ingreso un porcentaje, sino simplemente quede guardado por que no te lo gastaste, y poco a poco tu mente estará sana y no sentirás la necesidad de comprarte algo, ya que el poco o mucho dinero que has ahorrado lo puedes utilizar para emprender un pequeño negocio que te dará ese extra que necesitas para ahora si comprar las cosas que deseas pero que también necesitas.