¿EXISTE MI MEDIA NARANJA?
Queridas féminas aficionadas a la lectura, hoy vengo a conversar con ustedes un tema del corazón, de esos que son complicados porque cada quien habla cómo le haya ido en la feria, pero todo ello tiene un comienzo, un clic, un destello, un no sé qué que me encanta y me hace sentir mariposas en el estómago.
¿Quién no ha sentido taquicardia al ver a esa otra persona venir hacia ti? O, con verla pasar, e incluso cruzar alguna palabra sienten una conexión cómo si se conocieran desde hace mucho. Y, mientras todo eso pasa, tu cuerpo te grita ¡Es él! ¡Es él! ¡Es él! O ¡Ella! Pues eso que sienten es el ¡sistema de enamoramiento e identificación de la media naranja a quien deseamos para toda nuestra vida!
Lo malo, es que a veces esa persona ya está con alguien más. Eso no significa que se hayan equivocado, no. Es porque hay quienes se complementan desde que se conocen y otras que son conquistadas. ¿Ustedes de cuáles son?
El hecho es que, desde tiempos del Dios del Trueno Zeus y los Caballeros del Zodiaco, siempre se ha dicho que el hombre tiene en el mundo a su media naranja, esa persona con gustos, pensamientos, sentimientos, letra y hasta sonsonete similar en algún lugar de este planeta.
Desde entonces nos tienen con una zozobra buscándola, y dado que al corazón le gusta jugar con nosotros, hacemos cada elección porque confundimos una taquicardia con el verdadero latido del llamado del amors, creyendo que la mitad del kiwi es su media naranja, ¿A poco no? Y cómo dicen por ahí… “Sin Yolanda MariCarmen”. Hay que aguanterse con el ORCO que tienes a tu lado. Por lo tanto, después de esta reflexión les puedo responder: Sí, existen las medias naranjas, pero en su vida no siempre llegarán a convertirse en su alma gemela y se casarán con ella. Pueden tenerlos cómo grandes amigos, con quien comparten emociones, sentimientos, gustos culposos, deportes, experiencias, por que cómo bien lo dice Yuridia, los amigos no se deberían dormir en la misma cama. Un consejo les doy porque su amigo CHMA soy, disfruten de la vida, de sus amigos, de su pareja ORCO o Príncipo, su media naranja quizá llegue y esta deberá incrementar la alegría de sus vidas, no para estropearla.