ERRORES QUE DAÑAN EL AUTOESTIMA DE TU HIJO
- Ailed Álvarez
- 2 oct 2019
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 3 abr 2021
En los primeros años de vida es esencial que los padres trabajen en formar una autoestima sana en sus hijos. Esto implica lo que una persona ve y dice de sí misma, está vinculada a sentirse querido, acompañado y ser importante, lo cual impacta en la calidad de las relaciones que se generan con el paso del tiempo, el desarrollo cotidiano, la salud, en general, tener y disfrutar de una vida plena, o no hacerlo.
Aunque la mayoría de los padres dirigen sus esfuerzos a ayudar a sus hijos, en ocasiones de manera no intencional tienen conductas que dañan poco a poco la autoestima. Acciones como etiquetar, criticar, no reconocer el esfuerzo, inciden profundamente en la imagen que un pequeño tiene de sí mismo y repercuten en él de manera desfavorable. Es importante conocer como pueden ser reemplazados por actitudes y acciones que la fortalezcan.
• Comparar con otros vs tener empatía con ellos:
Evita compararlo con hermanos, amigos o incluso contigo mismo pues esto desarrolla sentimientos de inferioridad, debes evitar usar frases como: “tu hermano ya sabía restar a tu edad”. Enfócate en sus propias habilidades y competencias, además cada persona tiene un ritmo y proceso de aprendizaje. Por el contrario, cuando exprese alguna idea entorno a que otro niño sabe hacer algo mejor que él, puedes asentir pero destacar que él es capaz de hacer alguna otra actividad muy bien.
• No a las etiquetas, mejor valora sus capacidades:
Decirle a tu hijo que “es” de cierta forma, por ejemplo, flojo, mentiroso o llorón sólo afianzará esa idea en él. Cuando debas de llamarle la atención evita usar frases como “eres un malcriado” y en lugar de ello hazle saber que el comportamiento es el inaceptable y no su persona. No olvides mostrarle tu cariño y decirle cuánto lo quieres así como reconocer los pequeños cambios positivos y felicitarlo por el avance.
• Los errores son aprendizaje:
Sobre exigir a un niño respecto a sus capacidades lo somete a un gran estrés y mucha presión, algunas veces como padre se busca desarrollar al máximo el potencial del niño sin medir si estas expectativas son realistas. Es mejor fomentar el interés y curiosidad del niño por aprender pero sin presionarlo.
• Hacer todo por ellos vs que las hagan y aprendan:
Es cierto que como adulto podemos hacer más cosas y en muchas ocasiones con mayor rapidez y eficacia que un niño. Sin embargo, para que ellos aprendan y crezcan, sobre todo, para que se reconozcan como capaces de realizar tareas y enfrentar retos, es importante que les dejes hacer ciertas cosas, dependiendo de su edad y habilidades, así estarás fomentando en él independencia y seguridad; además desarrollará mejor su capacidad para resolver problemas.

Para un niño es vital el amor incondicional de sus padres, contar con su tiempo y atención, le ayudará a sentirse amado, valioso e importante, además de fomentar la confianza. También, se sentirá integrado, querido y aceptado para desarrollarse plena y felizmente, disminuyendo el riesgo de pertenencia en entornos menos favorables.